¡¡¡Hola a todos y bienvenidos!!!
Comenzamos este blog con una de las patologías que ocupa nuestro día a día en las consultas, tanto por su frecuencia como por la limitación que produce. Por ello, muchos de nuestros pacientes se sentirán identificados al leer esta entrada.
La artrosis es la enfermedad reumatológica más frecuente. Se estima que en España afecta hasta un 70% de la población mayor de 50 años y representa la causa más habitual de dolor y discapacidad siendo además la primera causa de invalidez permanente.
Como otras enfermedades reumatológicas afecta al doble de mujeres que a hombres y, aunque su frecuencia está ligada a la edad, no es extraño que acudan a nuestras consultas pacientes jóvenes.
Las localizaciones más frecuentes son manos, rodillas, cadera y columna, aunque puede afectar a casi cualquier articulación.
Pero, ¿qué es realmente la artrosis?
En cada articulación de nuestro cuerpo hay 2 huesos unidos por una almohadilla situada entre ambos, es como una gelatina cuya función es evitar el rozamiento de un hueso con otro cuando se pone en marcha la articulación.
Con el tiempo, esta almohadilla denominada cartílago, se desgasta, pierde su elasticidad y su superficie se erosiona, disminuyendo progresivamente de tamaño e incluso desapareciendo en muchas ocasiones.
Todo esto hace que se pierda la función del cartílago y provoca el rozamiento de un hueso con otro cuando se realiza “el juego” de la articulación.
Ese hueso, que se ve atacado reacciona, se hace más denso y forma quistes, como si formara una barrera de protección para evitar el roce que hemos comentado.
La membrana sinovial que recubre las articulaciones se inflama, se vuelve más gruesa y produce más liquido de lo normal, “un 3 en 1” para conseguir disminuir esa fricción que se produce.
La suma de estos factores provoca dolor y deformidad de las articulaciones, por eso en pacientes con artrosis muy
evolucionadas podemos observar estos cambios a simple vista.
¿Cuáles son las causas?
A pesar de que la artrosis es una de las enfermedades más frecuentes y antiguas, para nosotros sigue siendo una gran desconocida.
Su frecuencia aumenta con la edad dado que esta conlleva el desgaste de los huesos.
Influyen además factores mecánicos, es decir, los producidos por el propio uso de la articulación, que se acentúan en deportes en los que hay traumatismos repetidos y sobrecarga articular y aceleran la degeneración del cartílago.
También existe un componente genético, que en el caso de la artrosis de manos puede trasmitirse en cada generación de forma más precoz y más agresiva.
Síntomas
Dolor: es el primer síntoma en la mayoría de los pacientes y puede ocurrir antes de que nosotros lo diagnostiquemos en una radiografía.
Al principio se instaura de forma lenta, es de intensidad leve o moderada y la mayoría de los pacientes no tienen que recurrir a analgésicos para aliviarlo.
Aparece al comienzo del movimiento, y produce molestias hasta que la articulación afectada “entra en calor”.
A medida que la artrosis avanza, el dolor es más intenso y aparece con pequeños movimientos. Suele respetar el sueño, aunque algunos de nuestros pacientes describen dolor nocturno, sobre todo en rodilla y cadera.
Un dato curioso es que en muchos pacientes se agudiza con los cambios climáticos.
Limitación de la movilidad y rigidez: puede ser unos de los primeros síntomas y dificulta el inicio de un movimiento cuando hemos estado un tiempo en reposo, muchos pacientes los expresan con dificultad para “arrancar”/ iniciar el movimiento.
Inestabilidad: ocurre sobre todo en artrosis avanzadas en las que se atrofia la musculatura y lo vemos más frecuentemente en el caso de la artrosis de rodilla.
Derrame articular: se produce en ocasiones por el mecanismo de la membrana sinovial comentado previamente. Suele ser moderado y si extraemos el líquido, observaremos que es cristalino y viscoso.
Atrofia muscular: cuando una articulación duele, el cuerpo reacciona intentando evitar aquellos movimientos que lo provocan. Esto conduce a la atrofia muscular y secundariamente a una mayor limitación de la movilidad.
¿Qué hago si tengo síntomas?
La respuesta es fácil : acudir al médico. Muchos pacientes, minimizan los síntomas y dejan pasar el tiempo, acudiendo tarde a las consultas. Pero la realidad es que cuidar nuestro aparato locomotor es crucial para tener una buena calidad de vida ya que en fases avanzadas, la limitación que se produce puede condicionar vuestro día a día tanto como cualquier otra enfermedad.
Para nosotros es más sencillo mitigar los síntomas en fases más precoces, aunque existen tratamientos que pueden mejorar a TODOS los pacientes en TODOS los estadios evolutivos.
Una cita en consulta , nos permitirá una correcta evaluación del grado de afectación, trazar un plan de acción para evitar la progresión (en la medida de lo posible) y el alivio de los síntomas.
¿Existe una cura para la artrosis?
Definitivamente la respuesta es NO. Somos conscientes de que vivimos en la era de internet y que ha supuesto un gran avance para acceder a todo tipo de información, incluida la médica, pero.. ¿qué hay de su fiabilidad y veracidad? ¿y de la dificultad para interpretar tan caudaloso torrente de información? Todo ello acarrea dudas, genera angustia y origina desconfianza en el paciente. Este es uno de los motivos por los que nos decidimos a escribir este blog.
Y, aunque os quieran vender mil productos diciendo lo contrario, os hablamos desde la experiencia y desde el conocimiento adquirido en todos estos años de formación como especialistas en Reumatología: NO EXISTE CURA PARA LA ARTROSIS, pero sí existen tratamientos para ella.
Con esto no os queremos desanimar, solo dejar claro que como la artrosis, hay muchas enfermedades crónicas que no tienen cura pero sí tratamiento. ¿No recibe el paciente diabético su insulina? Y no por ello deja de ser diabético. En el caso de la artrosis ocurre lo mismo.
Tratamientos
Una vez hecho el diagnóstico y siempre de acuerdo con el paciente, es momento de plantear los distintos objetivos del tratamiento:
Aliviar el dolor
Disminuir la inflamación
Disminuir la inflamación
Mejorar la limitación funcional
Retrasar la progresión de la artrosis
Mejorar la calidad de vida
Para ello, tras realizar un estudio mediante una exploración adecuada, apoyándonos en las pruebas complementarias pertinentes, iniciaremos un tratamiento encaminado a la actuación sobre los factores determinantes en la aparición de la enfermedad o agravantes una vez establecida.
Obviamente no podemos actuar sobre la edad , la genética o el sexo del paciente por lo que nuestros esfuerzos irán dirigidos a los factores susceptibles de ser modificados antes de empezar cualquier tratamiento médico o quirúrgico, nos referimos a la obesidad, ocupación laborar, fuerza muscular, traumatismos previos, hábito tabáquico..
Control del peso
Somos conscientes de que los médicos siempre incidimos en el peso, pero adquiere especial relevancia en el caso del aparato locomotor porque el sobrepeso es un factor que acelera el curso de la artrosis y dificulta su control sintomático
Hay que meterse en la cabeza que cada kilo de más, sobrecarga nuestras articulaciones provocando más y más desgaste, sobre todo a nivel de rodillas.
Conforme vayamos perdiendo peso en seguida notaremos mejoría tanto en la limitación como en el dolor. Es tanto lo que podemos ganar perdiendo unos kilos que de verdad merece la pena, y lo decimos por experiencia, no os vais a creer lo que se puede mejorar en calidad de vida.
Ejercicio
Otro tópico de los médicos, siempre mandando ejercicio pensaréis.. Pero es que el ejercicio es considerado UN TRATAMIENTO EFICAZ para la artrosis, disminuye la inflamación, mejora la movilidad y el dolor.
Pero queremos que interioricéis este aspecto porque para nosotros es mucho mas efectivo que cualquiera de las medicaciones que os podamos recetar.
Y es que al igual que el paciente con problemas respiratorios necesita oxigeno, nuestros pacientes cuyas articulaciones están dañadas, necesitan ejercicio.
Tenemos la suerte de que cada articulación no es sólo hueso con hueso y cartílago, si no que existen tendones, ligamentos y musculatura que la recubre, de tal manera que si logramos potenciar estas estructuras, nuestra articulación va a estar más estabilizada, más protegida y más fuerte, imaginad que formaríamos una coraza, ¿tiene sentido, verdad? Pues si habéis entendido este aspecto, tenemos mucho ganado.
Rehabilitación y fisioterapia
Es una parte esencial en la recuperación en pacientes con artrosis, contribuye a mantener el funcionamiento de la articulación y la estabilidad articular.
Conserva y mejora el tono muscular y ayuda a reducir a su vez las contracturas de los músculos que conforman la articulación.
Analgesia
Es uno de los pilares fundamentales en el tratamiento. Sabemos que muchos de nuestros pacientes padecen un dolor crónico y mejorar ese aspecto es ganar en calidad de vida. Disponemos de un amplio abanico de fármacos, desde los más básicos hasta tratamientos más dirigidos e incluso un equipo formado por especialistas, que llamamos Unidad del Dolor para los casos más avanzados.
Antiinflamatorios
Si bien es cierto que el tratamiento con aintiinflamatorios no se debe prolongar demasiado por los efectos secundarios que produce sobre todo a nivel gastrointestinal, tomarlos de forma puntual en épocas de mayor dolor ha demostrado eficacia en el tratamiento de la artrosis.
Y es que siempre que hay dolor, hay cierto grado de inflamación en la articulación por lo que, a menos que haya una contraindicación para tomarlos, supone unos de los pilares básicos de nuestro arsenal terapéutico.
Fármacos SYSADOAS
Son los medicamentos que nos ayudan a proteger el cartílago cuya finalidad es evitar la progresión de la artrosis. Aunque es muy discutido su uso, sí existe una recomendación sobre todo en estadíos tempranos, además la escasa o casi nula aparición de efectos secundarios hace que cada vez se utilicen más.
Infiltraciones y viscosuplementación
Es cierto que las infiltraciones tienen mala prensa, pero la realidad es que en los casos indicados y cuando se realizan correctamente permiten una gran mejoría de los síntomas a corto plazo.
Hay varios tipos de infiltraciones, desde las realizadas con corticoides, ácido hialurónico o las de plasma rico en plaquetas.
Como sabemos que es un tema muy de moda y que genera muchas cuestiones, hablaremos más adelante en un post dedicado en exclusiva a ese tema.
Esperamos que con todo esto hayamos arrojado un poquito más de luz en vuestras dudas!!!
